Nada como la sensación de secarse con una toalla suave y esponjosa. Sin embargo, con el uso y los lavados, pueden volverse ásperas y perder su frescura. ¿La buena noticia? Con los cuidados adecuados, puedes mantenerlas como nuevas durante mucho más tiempo.
Claves para lavar y secar tus toallas correctamente
Lávalas una vez por semana: La frecuencia de lavado dependerá del uso, pero lo ideal es cambiarlas semanalmente. En hogares con niños, donde se usan más a menudo, conviene lavarlas con mayor frecuencia.
Lávalas por separado:
Para mejores resultados, evita mezclarlas con otro tipo de prendas. Además, no llenes en exceso la lavadora para que el agua y el detergente puedan actuar correctamente.
Temperatura adecuada:
Aunque el agua caliente puede eliminar bacterias, una temperatura media (30-40ºC) es suficiente para limpiarlas sin dañarlas ni encogerlas.
Menos es más con el detergente:
Usa una cantidad moderada de detergente neutro y evita el suavizante, ya que puede reducir la absorción de las toallas y dejar residuos.
Sécalas bien para evitar malos olores:
Tiéndelas nada más terminar el lavado y deja que se sequen al aire libre. Si son de colores intensos, evita la exposición directa al sol para que no pierdan intensidad.
Plancha solo cuando sea necesario:
Si tus toallas son de lino, plánchalas para mantener su textura suave y facilitar su almacenamiento.
Siguiendo estos consejos, tus toallas estarán siempre esponjosas y listas para envolver cada momento con suavidad. 😊